Las más leídas en la semana

miércoles, 26 de enero de 2011

Nosotros

Si bien, hace poco esos recuerdos
eran epílogos a mi jornada del día
y las madrugadas no llegaban
a verme,
como me gusta, por cierto,
anoche fue una excepción.
Me quedé velando por tus secretos
descubriendo un poquito más
de ti
de mí
y de nosotros
de ese mundo que estamos construyendo
a manera de sonrisas
y vaya que son muchas.
No pude haber pedido más,
siento que esta suerte es mucha
inédita
y bien merecida.
siento que llegaste a
quedarte, a darme un
viaje por el paredón
de sueños
utopías y también
dudas.
Eres una gran pregunta
y no quisiera encontrarte
respuesta.

domingo, 23 de enero de 2011

La hamaca y el cielo

Porque la distancia es la aduana
de mi corazón coraza hasta ese
sincero latir de tu carisma
y la hamaca resulta ser el
refugio en donde me enclaustro
a contar todas las estrellas
en tus ojos
o inciertas lunas que dejé
en tu piel a manera de
caricias un jueves.
O ese páramo en el cielo
donde convergen bulevares
con centenas de ilusiones.

Me gusta caminar por ese
páramo y detenerme
a besar tu frente
o escribirte en mis más
dulces soliloquios
me gusta buscar tus caricias
en mi gesto
y que de repente sea mi
gesto el que busque tus caricias.

Acostarme en la hamaca
y mirar el cielo,
sólo podría compararlo
con acostarme a tu lado
y mirar tu corazón sonreír.
Pintarte mil lienzos
y sólo darte el mejor
o ver el crepúsculo
pintado de anaranjados
al flor de piel
de tu cuerpo.

La hamaca y el cielo,
mi refugio y tu sentir.

sábado, 22 de enero de 2011

Pequeños detalles

Si las estrellas hablaran seguramente
me tendrían enclaustrado en el cielo,
me interrogarían por ella
me quitarían el sueño
me besarían e intentarían quedarse
con mi corazón,
lo que no saben
es que no lo tengo.
Ni se los daría...
Lo envolví en sonrisas,
le puse ilusiones alrededor,
quité nostalgías
y en un beso lo regalé.
Tratarían de buscarla
y sonreírle como yo.
La besaría hasta que el sol
se apareciera, pero sé
que besos más dulce no hay
como los de los jueves.

Empiezo a creer que mis detalles
son desdichas tiernas,
la desatención a esos ojos que
siempre me miraron
y jamás quise buscarlos
de entre los rostros ajenos
que pertenecen a la indiferencia.
Mis pequeños detalles son el palpitar
de mi confianza,
los nocturnos que se asoman
queriendo encontrarla,
su sonrisa.
¿Qué daría yo por una sonrisa de ella?
Un beso en la frente,
sus manos,
sus ojos,
su cabello.
Su voz que empieza por mi oido
y termina en mi alma...

Creo que empiezo a delirar por ella.

viernes, 21 de enero de 2011

Ella no está aquí

Cuando las estrellan se asoman
cuando la luna hacía compañía
y los cedros
y el viento
y sus cabellos giraban
a manera de sonrisas.
Cuando recuerdos me llegan
y me arropan en la misma
hamaca donde tiño azules
celestes en el cielo.
Ella no está aquí
abrazándome
dándome besos en la frente
o prometiéndome no partir
ni dejar mis ojos tristes
a la intemperie de un destino
bastante jodido
o viceversa
Yo no estoy ahí.
Besando su alma,
acostándome con ella en
etílicos amores
o diciendo un
te quiero
por cierto, como repito eso.
Ella
¿Qué más puedo pedir?
Es carisma, es ilusión,
es algo una melodía de
vida. Ella es vida.
La vida que quiero y
compartiría.
Pero ella no está aquí
y me enfrento al espejo como
siempre, tratando de encontrar
sus caricias en mi rostro
o sus besos ya impregnados
en lo que solía ser una ausencia.

No, ella está aquí.
Contando segundos, horas, minutos.
Contando mis desvelos para sólo jugarme
una treta donde los dos ganamos.
Ella

Ella

Ella

No puedo pedir más, a lo
mucho que ella estuviera aquí ahora
oyendo el tecleo noctámbulo
que sólo dice su nombre
Katia Katia Katia.

martes, 18 de enero de 2011

Mi nuevo camino

Cambié unos ojos luna por una luna,
incierta, tengo que decir.
Recapitulé mis vivencias con
Sharon
y todo lo que
de repente llega a ser.
Fue suficiente.
Mis ojos y corazón atónitos
tomaron la decisión.
Tu voz se apagó
tu sonrisa ya no es la misma
tus caricias sólo son unas
de muchas que encuentro.

Hoy mi camino se escribe
con Spasiiva
y su risa,
sus ideales
sus ojos.
Sus besos por la noche,
sus viajes,
su arte.
Su amor por una persona
que resulto ser yo.
Su mano sobre la mía.

Sí, ella es mi nuevo camino.

sábado, 15 de enero de 2011

Al día siguiente

Un vórtice de imágenes empañadas por etílicos
son mi posdata a los puntos suspensivos
o al talento de la noche
que sabe como borrar recuerdos.
Apártalos, quita esas
manchas de mí.
Siembra las sonrisas
las voces detrás de mi espalda
cuídame.
Jamás me dejes como
anoche
sin estrellas
o paseos en el bus.
Deja de ver la ventana,
ponte a la altura de mis ojos
mírame.
¿Sientes cómo te necesito?
Dame un beso en la frente
pasa tu mano en mi cabello.

A la luz del día
podemos cantar o besarnos, que
más da.
Te amo a lúgubres despedidas,
o sombras impares.
Bordea mi alma, quitame esencia
róbame aliento
respira conmigo.

Quiero ver que pasa el dia siguiente.

jueves, 13 de enero de 2011

Luces & agua

Camina solo, mira las gotas de lluvia
las luces
las nubes atiborradas de recuerdos.
Mira mis manos como buscan
mi cabello, como
lo echan por detrás
de mi frente
en frente de las luces.
Míralas llenas de naranja
de naranja dulce
y borroso.
Mira el viento como juega
con los cables
como hace bailar arbustos.
Mira mi sombra como
se extiende al
rocío de gotas
partidas
perdidas entre mi mundo
lleno de luces y agua.

lunes, 10 de enero de 2011

Carta de despedida

Te fallé, lo siento. Quise cambiar las desdichas tuyas por mis alegrías y terminé arrastrándote al mismo abismo donde siempre he vivido. Soy una ausencia, la más larga sombra en el boulevard menos congestionado de rostros, de luces, de vida. Quise ser siempre un héroe en la historia, un final feliz; quise ser las vivencias, una epígrafe a tu carisma, tal vez... me excedí. Llené la copa de mi amor, la derrame por la misma mesa en dónde hemos compartido caricias y perlas, que más bien resultan ser una lágrima cristalizada.
Hice trueques. Cambié siluetas que he venido recolectando a manera de mujeres, las hice reír, les compartí un poco de mi esencia pero jamás les di ese corazón vivaz de ti, embriagado de nosotros, empecinado en hacer surgir la llama del amor en que nos arropamos, la confianza que solíamos pedirnos por la madrugada y ese sentir en el pecho que aún no sé con certeza que me quiera decir. Tal vez con esto tengas la respuesta a muchas de tus preguntas que yo no sabía como resolver a manera de dibujar una luz en tu sonrisa. Siempre fui tuyo.
Puede que antes de conocerte siempre te haya buscado, sin saber que tendrías ojos luna o piel a manera de pasarme las horas pegado a tus mejillas. No sabía que tendrías tantos ojos encima, tantos fantasmas de tu pasado o promisorios ángeles en tu mañana. Nunca pasaron en mis predicciones los sentimientos que ahora escriben esta carta, ni las comas que sentaban vacíos en mi corazón o los paréntesis de tus mentiras que bien podrían ser un cuidado a mí o un epílogo a mi.
No sé, creo que tendré tiempo de sobra para sobrepensar las interrogativas a tu imagen y acción. Procuraré por ti sin pretensiones, a lo lejos. Quizá a la sombra de un árbol o de una pantalla, pero eso sí, jamás sabrás quien te ayudó. Borraré de ti mis memorias con ayuda del tiempo, los días que te dediqué y los viajes. Ah, ¡cómo debo de borrar eso en especial! Las ventanas por dónde íbamos asomando nuestras intuiciones o las puertas que juntos cruzábamos de la mano. Borraré mis promesas.
Quitaré mi sangre del pavimento, las letras en las servilletas, mis dedos en tu cuerpo. Mis caricias, mis bebidas, mis tabacos al frío del atardecer. Ratificaré estrellas, las devolveré al cielo donde pertenecen y dejaré de enclaustrarlas en escritos para ti, como solía hacerlo.

¿Por qué lo hago?
¿Por qué despedirme ahora y para siempre? Es sencillo.
A cierto punto el corazón se desmorona en virtud tu sonrisa desaparece de tu lindo rostro. Resulta ser que el corazón que se desmorona es el mío, no ya el tuyo que, grande, regala alegrías a quien tú decidas. Mi corazón está al borde del camino.
Ya sin júbilo o ganas, o Benedetti o diecinueves. Ya nada lo puede reparar y temo decir que tú tampoco.
Te prometí jamás me iría y no lo haré, me voy sin dejarte. Me muero sin haber vivido.
Es fácil, ya no queda más de Viore.
Por eso hoy terminé de escribir mis despedidas.

domingo, 9 de enero de 2011

Agostos

A pesar de mis dieciocho octubres
o amados abriles
pintados de optmismo
de lunas inciertas
pero grandes,
Iluminadas
o de esas
ventiscas llenas
de hojas al otoño
o mis consentidos
fríos decembrinos
o las luces de enero
o el amor de febrero.
A pesar de mis noviembres que
huelen a tu
aniversario de vida
o mis marzos de eterna
primavera
o el verano
o mis días que
invento extras.
A pesar, de todo ello
mi sentir quedó arrollado en
un agosto.

Para ser exacto un veinte
después de 6 días de
renombre d i e c i n u e ve
en el calendario de mis
suspiros
o esperanza
Da lo mismo

Quiero acertar en tu corazón
clavarle mis memorias
encenderle fuego
arroparme en la llama
de tu cariño
y quedarme ahí
tomando tu mano
con el anillo puesto.

Mis agostos.

Niña roja

Una noche será la despedida
quizá del místico número nueve
o sus bienaventurados derivados
del cinco o veinte.

A lo mejor te recuerda algo
un anillo
12 flores rosas
una paleta de sandía
o algo más serio
más acá,
como le decíamos.
Mi corazón entero
y con ello mis promesas
mis llantos en la madrugada
el tecleo diario para
celebrar tu imagen
y todos esos sabores que
tengo de ti.


Sí, mi niña roja
hoy te escribo a ti.
No con ánimo de
lúgubres despedidas
o taciturnos hasta luego´s.
Te escribo con la tinta de mi
llanto en interrogativa
de ese signo que se cimbra
sobre mis hombros
y pesa
pesa mucho.

Déjame llorar.
He escuchado que mis lagrimas
son perlas
y con ellas podría hacerte un
collar
de bienvenida
en ese algún día
que juntos palpamos
con nuestros dedos aquella
noche de Da Vinci.


Podríamos jugar también
a Bellas Artes,
quizá intercambiando perlas
por sonrisas al atardecer
o ráfagas de viento
para peinar tu
carisma.

Espera, mi niña roja.
Vendré por ti
algún día 19.

sábado, 8 de enero de 2011

Crónicas de acá

Ella ríe
Él la mira
Ella sonrie
Él pregunta
Ella vuelve a reir
Él camina, preguntándose.
Ella sonrie, pero no responde.
Él vuelve a preguntar, sonriendo.
Ella caminando, lo mira sonrie.
Él camina, se pregunta y ríe con ella.
Ella vuelve a reír.
Él tiene su respuesta.



Así es esto...
Así será.

jueves, 6 de enero de 2011

Au revoir

Mi pequeña, mi ojosluna.
Mi desastre de ilusiones,
mi cielo cohibido de respuestas
mis dudas,
mis problemas grisáceos
con dulce sabor amor
Son tus manos
, tus caricias en mi gesto
la forma de tu carisma
tu carisma, qué será de tu carisma?

De ese eterno brillo
fugaz, inadvertido.
Qué será de mi cuando me dejes?
Con estas sombras
que por cierto son muchas
Tan gélidas, tan rencorosas.
Tan inertes de ti, tan ávidas de ausencia.

no sé que pase.
Ni quiero saber
A lo mucho podré abrir los ojos
y sentir rodar una lágrima
palpitaría mi corazón con desgana

¿y qué?
Qué quieres que te diga?
Estoy abajo de ti, de ese cielo lleno de celestes
Tan vivas, tan alegres. Tan distantes.
No sé que será de mi, cuando me dejes.
Te amo

miércoles, 5 de enero de 2011

Promesas

Con tu sonrisa vos podes cautivar el
mundo
en pequeñas parcelas
de ilusiones,
de ansiedad por una
caricia tuya.
Con tu voz tierna y ávida
de carisma
vos podes
enfrentar cualquier
hálito de pesimismo
nostalgia y tragedia.
Tus labios son dulces y no
como lo he
prescrito en mis más
sobrios y también, lúgubres,
sentires de madrugada.

Tu corazón es un oasis
casi siempre utópico,
juega con el vaivén del
palpitar ajeno y propio
y vos, tenes que
entender que esa es una
virtud meramente
perfecta.

Pero a veces eso no alcanza
y parece la noche se cierra,
escondiendo esos celestes
que tanto te ayudan.
Tus ojos luna podrían cuartearse
al llanto y
vos podes
buscarme.

Siempre estaré ahí,
adjunto a la promesa de un
20 de agosto
y con ello
mis sonrisas, mi
respirar sólo para vos
mi velar por tus sueños
mis sueños por vos.

Y si aún así
la realidad pudiera parecerse
a alguna pesadilla
o anti deseo
o desastre de ilusiones...
Yo seguiré estando ahí
haciendo trueque de
mis sonrisas
por tus nostalgias.

Para que puedas
tener esa misma
sonrisa
digna de mi promesa.

martes, 4 de enero de 2011

Por cierto

Por la madrugada las teclas suenan
suenan
al ritmo del tintinear celeste
allá arriba
donde convergen los sueños
y por cierto, también utopías.
Y en la noche, taciturna,
también caminan sombras
las he sentido como
de repente me voltean
a ver y no me
dejan ni palpar
el mañana,
por cierto, ustedes les
llaman recuerdos.

A veces una gélida ráfaga
de viento entra a mi ventana,
descubre cuanta sábana yo
use como escondite
y me tira al llanto.
Por cierto, creo que se
llama tristeza.

Hay veces en que el claro de
luna
prende fuego
me arropa entre sus
intrigas y, lentamente,
sabe como dibujar una
sonrisa en mis cinco sentidos.
Por cierto, se llama
alegría.

De vez en vez
el monitor es mi
oráculo, la fina desatención
al flor de piel, a los labios,
a la sangre, al respirar
cálido.

Por cierto, no sé porqué lo hago.

sábado, 1 de enero de 2011

Ayer & hoy

Mis miedos anoche se quedaron al borde
del diciembre, quejumbrosos
gritaban
me pedían volver
yo, lleno de
júbilo
desgana
y también miedo.
Deserté.
Miré adelante y me encontré
con un gélido
enero, de esos
en dónde ya febrero se asoma
& me recuerda que,
trágicas,
siempre han sido mis
introitos en los terrenos
de eso, que ustedes llaman amor.
Marzo pudiera ser buen mes
para quemar todas las palabras
de mi meloso repertorio,
pero abril de mis amores se merece
ese honor.
Mayo no viene, ni va. Ni siquiera
sé que existe, pues junio y julio
me tiran al olvido.
A esos
terrenos en donde ya no se extraña
pues agosto me llena con la
fecha más hóspita, carismática
y verdadera que puedo sentir:
20 de agosto.
septiembre reúne cálidas
ráfagas de nostalgia,
útiles para mis letras pero
veneno para mí palpitar.
Octubre, con sus lunas, sus
atardeceres llenos de danza
de árboles. Sus cátedras de
sentimientos
recuerdos
recuentos que me memorizan
las intuiciones a seguir
y por cierto, no soy muy bueno.
Noviembre, tan lleno de diciembre.
Quizá el par de meses más
retrospectivos, llenos
de pensares y a veces
también falsos amores,
sonrisas y otras
mentiras de orden
navideño.

Pero no,
no es justo intuir
ni tampoco grato.
La intuición es quizá
una leve variante
a la esperanza, a
ese dolor que causa
perderla ...

Y por eso mismo,
sólo hice un recuento
de lo que viví el año
pasado.

Espero 2011 me traiga
otro trago de colores.