Hoy cómo había predispuesto en un apunte sobre el suicidio en domingo,
pasé una tarde de verdades que dolían. Ya el viento gélido que jugaba con
cuan cabello tengo, había advertido el frío otoñal que me haría pasar unas cuantas
mentiras piadosas. Vaya, ésto ya lo había vivido y pareciera no aprendo.
Tal vez es el amor ciego, tartamudo, insensible y bastardo, el que me cohíbe al punto
de desenmarañar las utopías casi terrenales para volverlas un sueño aún más
lejano. Y, precisamente, esos sueños aún más lejanos son los que me quitan la memoria y hacen mis sentimientos buenos recíprocos a las ilusiones que corroen mi estima.
Jamás la había visto así, parece que se empeña en arruinarme la vida con júbilo y
a veces con desgana, parece ser que esa sonrisa supuestamente embriagante de
carisma ahora me punza en el orgullo, me invita a sentir ironía y alimenta mi frustración.
Sí, eso debe de ser, hoy me sentí frustrado. Jamás había sentido tanta impotencia de no poder hacer correr las palabras en pos de defenderme, ni tampoco pude validar
la inagotable ira que por dentro parecía comerme. ¿Debería de acostumbrarme?
Hoy voy a dormir solo, tan desmedidamente trágico, sobrio y con una botella encima,
borrando su imagen, sus fotos. Mis letras en su regazo.
Vaya,creo que por fin me estoy suicidando.
2 comentarios:
:O
sí que es un suicidio lento, saborearás cada momento en que el alma se escapa del cuerpo! ...
sigo creyendo que cada emoción debería sentirse así! ya que ninguna vuelve de la misma manera y aunque no parezca, después desaparece esa sensación e igual aunque no parece, si que se aprende y a partir de cada sensación fuerte, las demás se van midiendo en comparación de la anterior! (:
Amo tu manera de escribir, si que me inspiras... así que me declaro completamente FAN!
Coincido con ella .! Soy tu faan .! :)
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