Mis manos son fuego
que abrazan la
gélida tierra de
este taciturno
invierno
No sé que tiene de raro
que intente esconderme
bajo tus sábanas
y de pronto
te metas para abrazarme
no sé yo
que tiene de cierto
el hecho de que a diario
por las noches
velo tu sueño
sueño
que tus cálidas manos
me encuentran y
pintan de colores
las sombras.
Veo que no encuentro la tuya.
Ahora veo que hay más
luz de la que quiero.
Y es bueno,
siempre y cuando
no sueltes mi mano
ni me dejes caer
por el precipicio
por dónde ya nos soñamos.
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